lunes, 6 de mayo de 2013

HAN PASADO TANTOS DÍAS


Han pasado tantos días, sí, tantos días pasaron, creo que ya es suficiente, aunque realmente creo que nada es suficiente. En mi memoria se quedó grabada tu imagen como un sello indeleble: Tu bello rostro. ¿Fue Dios? ¿Fui yo? o ¿Fue el destino?. Maldito destino que eligió ese día para quitarme a  mi amigo, esposo, compañero fiel con quien libré tantas batallas por caminos pedregosos y sufribles. También reímos, claro que reímos. Te perdí como se pierde el día con la noche, como se pierden las esperanzas cuando no hay salida y yo que creía que las esperanzas nunca se perdían.
Ahora me quedan tus recuerdos, digo que ya es suficiente, pero sé que no lo es, me miento ingenuamente, las lágrimas no mienten. ¿Debo esconder tus retratos? No puedo hacerlo. Sé que no debo. Eso es, entre todas las cosas, lo más hermoso que tengo de ti.  Veo una foto y entonces evoco todo el evento que sucedió aquel día y eso me alimenta y me hace recordarte, a veces con una sonrisa, o quizás con una lágrima, pero te recuerdo y sé que estás conmigo aunque sea en ese instante.
La vida está llena de recuerdos, la historia tiene miles de recuerdos. Amo tu historia, amo tus recuerdos, serán míos por siempre, hasta el último suspiro de mi vida. Amo nuestra hija. Tiene tus mismos ojos, ¿Lo sabías?. Sí, sí lo sabías, te sentías orgulloso. Cumplirá quince dentro de dos meses. Te extrañaré tanto ese día, mientras tu estarás volando con las gaviotas, o tal vez, cantando junto a ángeles blancos montado sobre una estrella. Ese día esperaré a que anochezca y miraré hacia el cielo, espero encontrar la estrella. ¿Será que estoy volviéndome loca? Nada cuesta imaginar que te veré en una estrella. Nada cuesta.

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